En la actualidad las empresas requieren de herramientas que permitan medir de manera global su desempeño, así como el grado de cumpliendo de sus estrategias,  por ello desde Moore, les facilitamos una metodología para establecer sistemas de control de gestión, que puedan ser implementados de una forma real, práctica y sencilla en cualquier tipo de empresa.

La globalización y complejidad de los mercados obliga a las empresas a diseñar nuevas estrategias que les permita ser más competitivas, considerando la visión y la estrategia de negocio, como uno de los aspectos fundamentales que marcan el camino hacia el que deben encaminarse los esfuerzos  de una empresa. El reto actual consiste en identificar de forma exacta los aspectos relevantes de la sociedad que deben controlarse, y comunicarlos a todos los niveles de la empresa, con el objetivo de alcanzar las estrategias propuestas.

Nuestra metodología está basada en la herramienta de gestión empresarial, Cuadro de Mando Integral (CMI) o Balanced Scorecard , que traduce las estrategias de la sociedad en un conjunto de medidas de la actuación, proporcionando a la empresa la estructura necesaria para un sistema de gestión y medición, que favorece el desarrollo y crecimiento de la organización.

Las principales perspectivas en las que se basa el CMI son: perspectiva del cliente, interna, de procesos y financiera. Cada perspectiva dispone de unos objetivos estratégicos que se miden en base a indicadores, lo que permite conocer el nivel de cumplimiento de los mismos.

Ventajas de implantar sistemas de control de gestión basados en el CMI

• Ofrece una visión global de la situación de la empresa. 
• Alineación de los objetivos de cada departamento hacia la visión de la empresa.
• Permite conocer la situación concreta en la que se encuentra la organización.
• Facilita  el control de la evolución de la compañía. Gracias a los indicadores y al seguimiento y análisis que se lleva a cabo, se puede prever las futuras consecuencias y actuar para evitar o minimizar riesgos y corregir desviaciones.
• Redefinición de la estrategia en base a resultados.
• Traducción de la visión y estrategias en acción.
• Favorece en el presente la creación de valor futuro.
• Integración de información de diversas áreas de negocio.
• Promueve la motivación e implicación de los trabajadores. Al hacerles partícipes, en todo momento del proceso y favorece la comunicación de la estrategia a desarrollar y, por tanto, su implementación.